Historia

De dónde venimos

Reseña histórica. Mi autobiografía.

Nunca ustedes antes, habrán tenido la ocasión de oír contar su propia historia a un edificio público, que ya ha visto pasar por sus dependencias a muchos alumnos, a muchos maestros y a muchos padres. Yo también he sido parte importante de la historia de cada uno de ellos. Y para celebrar este evento me convierto en escritor y la mía les cuento.

Soy el colegio Trina Rull. Hoy que voy a renacer de forma digital en esta página Web, quiero relatarles toda mi existencia, como centro educativo, en este bendito pueblo de Olula del Río.

  • 1. MIS ORÍGENES

Nací un 28 de marzo de 1976. Y a mi bautizo asistieron, como era costumbre en estas ceremonias del antiguo régimen, todo un elenco de personalidades como fueron: el gobernador civil, señor Merino González; el delegado de Educación y Ciencia, señor Montero Gomis; la inspectora de educación Doña Inés Relaño; el alcalde D. José Juan Rodríguez Jiménez y el equipo técnico del ayuntamiento de Olula del Río; el presidente de la Diputación Provincial; el presidente de la Asociación de Padres de Alumnos del colegio Antonio Relaño, D.Aureliano García; el director de la Caja de Ahorros local; el director del único colegio, hasta ese momento, D. Fermín Moreno. También asistía una maestra jubilada a la que se le hacia un acto de homenaje. Junto a ella se encontraban niñas, jóvenes y mujeres que habían pasado por su escuela. Y como no, en este lugar estaban los profesores y alumnos que después me habitarían y un público entusiasta formado por padres y vecinos de la localidad.

Y para bautizarme, también estaba el cura párroco, que al "echarme el agua bendita", me puso el nombre de " TRINA RULL".

¡Que bien... Ay Dios mío que bien! - pensé yo.

¡Trina Rull Casquet, aquella " Maestra " CON MAYÚSCULA, que ejerció durante 40 años, practicando la docencia en Olula y preparando a sus niñas para la futura vida que les esperaba, pero con una gran dulzura, tolerancia, cariño... Tenía un carácter tan noble, bonachón, muy abierta a los demás, rebosando simpatía y ternura, que pronto le hizo ser querida y admirada por todas sus alumnas y por toda la comunidad educativa de la época.

Así pues, cuando el Sr. cura pronunció su nombre, Doña Trina, que allí se encontraba, quedo visiblemente emocionada y agradeció a todos el que su nombre quedase inmortalizado en este colegio. Luego exhortó a los maestros a que realicen su labor con ilusión, entrega, firmeza y serenidad, cualidades que solo son posibles cuando se vive la profesión desde una autentica vocación, la mejor de las virtudes de un docente.

Luego, diversas alumnas, hasta tres generaciones de una misma familia, le entregaron ramos de flores y obsequios, como homenaje en su jubilación.


Ya me habían bautizado y puesto un nombre.

Cuando terminaron de dedicarme unas palabras cada una de las autoridades presentes, cerró el acto el Gobernador Civil con emotivas frases para Doña Trina Rull y muy elogiosas para los maestros que me iban a disfrutar. Sus palabras fueron acogidas con unos entusiasmados aplausos.

Pues tras ello, todos querían verme por dentro y por fuera. Y me visitaron enterito. Recorrieron mis diez mil metros cuadrados de superficie y aproximadamente los tres mil que tengo construidos. En un principio solo tuve 16 unidades, que poco después me ampliaron en tres mas, siendo por tanto 19 el número de mis aulas, a las que hay que añadir: laboratorio, comedor, cocina, biblioteca, gimnasio cubierto, almacén, archivo, departamentos especiales, dirección, secretaria, jefatura de estudio y dos pistas polideportivas hermosísimas.

Todos quedaron gratamente impresionados.

Y como todos los bautizos, pues terminamos en una comida de hermandad, al final de la cual se ofrecieron obsequios de mármol a las autoridades provinciales, que volvieron a pronunciar afectuosas frases, que a mi me llenaron de orgullo y quede entusiasmado por todo lo vivido en aquel día de mi inauguración.